5 estrategias para un proceso de coaching exitoso
Ejecutivos y políticos nunca habían tenido que afrontar desafíos tan grandes como los de hoy en día. Se enfrentan a retos empresariales diversos: la globalización, la integración de culturas, avances tecnológicos, ciudadanos cada vez más sofisticados, un entorno cambiante, etc.
El entrenamiento se ha convertido en un componente esencial del liderazgo en el ámbito laboral. Los verdaderos líderes han entendido que no sólo es importante contar con una gestión eficiente con un impacto directo en la cuenta de resultados, sino que hay que saber comunicarlo. La clave del éxito es mejorar la capacidad, competencia y habilidades a la hora de comunicar.
Hay diversas estrategias que son esenciales para un entrenamiento efectivo:
1. Escuchar con intención de aprender
Es vital transmitir un interés puro en lo que otros están diciendo. Esto es de particular valor en el diálogo. A menudo escuchamos con impaciencia y falta de atención, lo que a su vez dificulta el diálogo. Nos centramos en nuestro próximo argumento o en nuestra propia agenda.
2. Procesar lo que se escucha
A veces puedes activar todas las pistas no verbales necesarias para dar la sensación a la otra persona de que estás escuchando con curiosidad, pero aun así puedes no estar recibiendo ninguna información. Mientras proyectas un sentido de curiosidad, no hay que olvidar absorber y registrar lo que se dice. Es importante escuchar las palabras, leer los gestos y asimilar los pensamientos, ideas y emociones de la otra persona. Para asimilar lo que se oye, hay que ir al ritmo de la conversación y ponerse en el lugar de la otra parte.
3. Reflexionar con el diálogo
Reflexionar con precisión muestra a la otra persona que realmente estamos escuchando lo que nos dice y permite a la persona escuchar comprobar que lo que dice su interlocutor es correcto.
4. Preguntar para aumentar el conocimiento
Hacer preguntas alarga la conversación y permite un diálogo más proactivo. Las preguntas abiertas permiten una mayor exploración y da la oportunidad de que encuentren respuestas dentro de ellos mismos.
Cuando descubren las respuestas por sí mismos, les da poder. Cuando preguntamos, reforzamos sus opiniones, conocimiento y experiencia y ayuda a potenciar su confianza.
5. Potenciar el desarrollo
A menudo se piensa que la retroalimentación es inherentemente crítica, pero no tiene por qué ser así. Los coaching exitosos son cuidadosos y discriminatorios en cuanto a la forma en que emplean la retroalimentación, evita el error común de usar la retroalimentación como un camino para afirmar la experiencia. Una retroalimentación poco clara, arrogante o despectiva puede llevar a la otra persona a tener una actitud a la defensiva y destruir la confianza.
Escuchar, procesar, reflexionar, cuestionar y potenciar el desarrollo ayuda a crear relaciones basadas en la confianza.